Volver a casa fue una experiencia horrible.
Acompañados por un coche de la guardia civil, nos vimos obligados a aceptar la dudosa promesa de un pacto, firmado sobre papel mojado.
La negociación fue larga, tensa y difícil, pero finalmente se resolvió con la separación preventiva de la familia. La planta baja se la quedó él y la planta de arriba para mi madre, mi hermana Carmen, mi hermano Pablo y yo. El principal problema de aquel frágil acuerdo en el reparto del hogar, era que las dos entradas de la casa estaban situadas en el piso de abajo, lo que suponía un alto riesgo para nosotros, cada vez que salíamos a la calle.
Así empezamos a acostumbrarnos a vivir con las puertas cerradas y a dormir con el miedo sobre las almohadas. Así nos convertimos en centinelas, siempre en alerta máxima para evitar el peligro, aprendiendo a descifrar rápidamente cualquier sonido por débil que fuera.
Juntos nos enfrentamos con valentía al futuro desconocido y depositamos nuestras esperanzas a los pies de un destino delicadamente incierto.
Unidos más que nunca, nos ayudamos con abrazos llenos de amor, nos protegimos con temblorosos besos de inquietud y nos alentamos con palabras de fortaleza.
Cincuenta días estuvimos aislados en aquel particular planeta raro, respirando con el corazón encerrado en aquel pequeño espacio.
Pero el monstruo supo acechar pacientemente el momento oportuno para el asalto y en un descuido mío, me atacó por la espalda y me arrastró escaleras abajo apretándome el cuello. Otra vez tuve que luchar contra él, y en ésta ocasión solo podía pensar en recuperar el aire.
El instinto me salvó de nuevo y por fortuna conseguí escapar y protegerme tras el cerrojo de la azotea.
Los hombres que se esconden para agredir a traición a sus propios hijos son unos cobardes.
Como cobardes son los hombres que no aman y defienden a sus mujeres.
La violencia doméstica se repite continuamente a nuestro alrededor, casi sin darnos cuenta.
Violencia machista.
Violencia vicaria.
Violencia sexual.
Violencia física.
Violencia verbal.
Violencia psicológica.
Todo eso es violencia.
Eliecer.
Fotografía: «Violencia tóxica». Valle de la novia 48.
Modelo: Beatriz Trujillo González.
Localización: Santa Brígida. Galaroza. Huelva.