Tengo un reloj de pared en el pecho y otro de sol en los ojos.
Tengo un reloj digital en el corazón y otro de pulsera en los labios.
Tengo un reloj de cuco en la garganta y otro de bolsillo en los zapatos.
Tengo un reloj de agua en la sangre y otro de arena en las manos.
El tiempo ya no quiere detenerse a la puerta de nuestra casa y no nos espera.
La vida escasas veces acaricia con su brisa nuestro pelo y muy a menudo destruye nuestras plegarias con ardientes tornados.
La muerte constantemente nos mira de frente, hasta que pulsa intencionadamente el cronómetro y nos arrastra tras de sí, obligándonos a seguirla sin darnos un respiro, ni explicaciones.
Dan las doce y suena la alarma en todos los despertadores del mundo.
Es Nochevieja y me encuentro en la Puerta del Sol bajo la famosa esfera. Estoy con mi hermano Pablo, rodeados por miles de personas desconocidas disfrazadas de fiesta, que brindan por 1986 entre campanadas televisivas, uvas empaquetadas y burbujas de cava.
El deseo fundamental de estar hoy aquí, es elevar al cielo una súplica de esperanza, para que tu salud mejore.
El objetivo principal de llegar hasta aquí, es pronunciar tu nombre bajo las estrellas, entre fuegos artificiales, bengalas y cohetes, para que el tumor que consume tu cuerpo cese definitivamente.
Para el Año Nuevo solo pido un milagro: Tenerte junto a mí durante muchos años.
Para el Día de Reyes quiero el mismo milagro.
Y sueño con que iremos superando las dificultades que el destino nos ponga en el camino.
Sueño con compartir un montón de momentos inolvidables que la vida nos traerá cada día.
Sueño con disfrutar miles de sorpresas que los ángeles nos irán regalando.
Sueño, sueño y sueño.
Sueño con no despertarme jamás, si tú no estás a mi lado.
Eliecer
Fotografía: «Azulejos negros». Valle de la novia 55.
Modelo: Beatriz Trujillo González.
Localización: Cementerio de Galaroza. Huelva.