La corona que te hizo reina un día, se puede caer al suelo en cualquier momento y transformarse en una trampa.
Hay objetos que parecen inofensivos a simple vista, que pueden convertirse en cárceles o en jaulas.
Lo mismo pasa con algunos hombres, que parecen una cosa y sin embargo son otra muy distinta.
Hay hombres que aman con el corazón abierto de par en par, mientras que hay otros que odian salvajemente con los puños cerrados.
Hay hombres que se entregan desnudos a la vida, mientras que hay otros que se esconden tras muros de hormigón y escudos de bronce.
Hay hombres que luchan por los sueños y el futuro, mientras que hay otros que intentan destruirlos de cualquier modo.
Hombres, héroes, caballeros y dioses.
Los hay elegantes y seductores, guapos y galantes.
Los hay egoístas, autoritarios, necios e irresponsables.
Los hay viriles y apasionados, cariñosos y protectores.
Los hay superficiales, cobardes, inseguros e insoportables.
Los hay atentos y leales, sensibles y generosos.
Los hay inconscientes, idiotas, falsos y enigmáticos.
Los hay inteligentes y trabajadores, responsables y valientes.
Los hay soberbios, ladrones, chantajistas e ignorantes.
Los hay divertidos y detallistas, buenos y familiares.
Los hay inmaduros, tiranos, fríos y prepotentes.
Los hay tranquilos y pacientes, amantes y cordiales.
Y entre todos esos hombres, se ocultan los peores. Aquellos que son machistas y celosos, tóxicos y mentirosos, violentos y crueles, asesinos y maltratadores…
Pero dime mama:
¿Tú con cuál de ellos te casaste?
Eliecer.
Fotografía: «El eterno masculino». Valle de la novia 37.
Modelos: Bartolina González Domínguez y Carmen González Domínguez.
Localización: Cerro de Santa Brígida. Galaroza. Huelva.