AMARGAS ESPINAS ARDEN

Algunos hombres al perdonarlos se transforman en bestias, lo mismo que algunos príncipes al besarlos se convierten en sapos.

Por las noches te dan un abrazo intencionado mientras desabrochan tu vestido y a la mañana siguiente te regalan un inesperado puñetazo, solo por asomarte a la ventana sin su permiso.

Ahora te acarician torpemente bajo las desordenadas sábanas del deseo urgente, para después abofetearte contra la pared con infames insultos.

Estos cobardes te atacan por placer, a traición y por la espalda. Y disfrutan anulándote íntimamente, avergonzándote familiarmente, humillándote públicamente.

Es un ejército criminal que avanza arrogante por el mundo, ignorando las banderas blancas de tu rendición y pisoteando las flores de tu corazón suplicante.

El valle de la novia se tiñe de lágrimas secas, mientras se desvanece el amor con áspera pena.

El agua del malquerer es un beso con mordisco, un latido sin aire, una sonrisa muerta.

Entre varones no hay castigo y los delitos casi siempre quedan impunes.

No hay lugar para tu defensa.

Solo el silencio entre las zarzas.

Y una estrella ardiendo en el centro de tu pecho.

 

Eliecer.

 

Fotografía: «Amargas espinas arden«. Valle de la novia 43.

Modelo: Carmen González Domínguez.

Localización: Ermita de Santa Brígida. Galaroza. Huelva.