La vida puede convertirse cualquier día en un cuchillo mortal y en una flecha envenenada al mismo tiempo.
La misma vida, puede transformarse en una bala perdida dentro de tu cuerpo buscando una salida y en una espada de doble filo que arrasa con todo lo que encuentra a su paso.
Sin saber por qué, la vida deja de protegerte al siguiente latido y te hiere el corazón con infinitos clavos de plata oscura…
Con cuarenta años a Beatriz le diagnostican en agosto de 1970 cáncer de mama en el seno derecho en el Centro Regional de Oncología Duques del Infantado, Asociación Española Contra el Cáncer de Sevilla y es intervenida al mes siguiente mediante mastectomía ampliada. Allí sigue revisándose regularmente, siguiendo el tratamiento complementario de quimioterapia y castración radiológica.
Además de perder su pecho, tiene las secuelas irreversibles de un linfedema total en el brazo derecho. Trastorno crónico y progresivo con inflamación, pesadez y endurecimiento de la extremidad, extendido hasta su mano, que posteriormente aumentarán considerablemente de diámetro, lo que le provocará múltiples dolores y dificultades de movilidad en el futuro.
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Fotografía: Herida de cáncer. Valle de la novia 23.
Localización: Detalle Cruz de Las Pizarrillas. Galaroza. Huelva.