EL PÚBLICO

Federico García Lorca escribió en 1930 la primera de las grandes obras surrealistas del teatro español. Sus viajes a Nueva York y La Habana abrieron su corazón como una rosa de sangre cubierta de espinas, dolorosamente hermosa e impetuosamente libre. Como el propio poeta reconoció en su momento, El público era una obra irrepresentable, pues no habría compañía que se atreviera a estrenarla en un escenario, ni público que soportase verla sin indignarse. Lorca huyó del teatro convencional y rompió todas las reglas del juego, le dio al teatro una nueva vida y lo llevó hasta el futuro. Aquí descubrimos al Federico mas desconocido, difícil, vanguardista y atrevido, hablando sin tapujos del amor entre dos hombres con una poesía violenta y sublime. Atrás quedaron obras maestras del teatro clásico como La casa de Bernarda Alba, Bodas de sangre o Yerma. El público español tuvo que esperar mas de cincuenta años para ver en escena este teatro imposible y único. Gracias Nico, por aceptar el papel del desnudo rojo, crucificado sobre arena azul, frente a unos caballos desbocados…  Eliecer