Los impredecibles dados del destino quisieron que en menos de un año perdiera a sus padres.
Fue así como surgió el doloroso sentimiento de orfandad absoluta, que la hundió en un mar espeso y desconocido teñido de soledades.
Tan próximas estuvieron las fechas de defunción que fue completamente imposible enterrarlos juntos. Por eso permanecieron durante décadas en tumbas separadas, pero muy cerca uno del otro.
Y mientras tanto en su vientre la vida se agita infatigable y pide paso…
Eliecer
Fotografía: Ausencias del alma. Valle de la novia 18.
Modelo: Beatriz González Tristancho.
Localización: Era Grande. Galaroza, Huelva.